Entrenar como soldados, la nueva filosofía. Por Ángel Dueñas Diz (Hojas de Roble)

EL ARMA DE FUEGO COMO OBJETO CONTUNDENTE

El combate como la vida misma puede cambiar de escenario, nivel del empleo de la fuerza y de forma de actuar ante una agresión.
Los golpes con el arma de fuego ya hablemos de arma larga (fusil o escopeta) o de arma corta, es un punto que debemos de tener en cuenta, ya que es probable que en un combate
podamos encontrarnos con factores técnicos o tácticos que el hacer fuego directo contra nuestro adversario nos sea totalmente imposible
El entrenamiento es sin duda alguna la única forma de mecanizar acciones teniendo en cuenta que ante una agresión en combate perderemos primero las habilidades motoras finas y luego las complejas según aumenten nuestras pulsaciones.
El cuerpo humano reacciona automáticamente ante una agresión (estando entrenado reaccionaras mas rápido y mejor) , estas reacciones son tanto de carácter fisiológico como psicológico, esto en el campo de la medicina  se le conoce como estrés de combate, una de estas reacciones es el llamado visión de túnel. Todas estas reacciones tienen por objetivo prepararse para la lucha.
Por otra parte la reacción psicológica dependera en buena parte de nuestra preparación, entrenamiento y nuestra experiencia en este tipo de situaciones .
Cuando el combatiente esta preparado y mentalizado para el enfrentamiento el estrés de combate que sufre es positivo (eutres) permitiendole luchar con mayor fuerza y resistencia, por el contrario la falta de preparación y entrenamiento hace que el estrés de combate se convierta en negativo (distres) provocando que incluso llegue a bloquear ala persona que se verá incapaz de reaccionar ante la situación 
El entrenamiento y la experiencia en combate representan la mejor forma preparatoria que tiene un individuo a la hora de defenderse, así que compañeros ENTRENAR, ENTRENAR Y SEGUIR ENTRENANDO.